Los temas de mis versos vuelan por ahí,
las metáforas de mi soledad están en fila,
así como si el odio fuera mi sexto sentido.
Como si cada una tuviera algún fin.
Mientras chocan las gotas en el tejado,
mientras el miedo queda incrustado.
Todo se resume a la lluvia de mis ojos.
Las gotas que transitan mi rostro.
Esos gritos mudos que no puedo frenar,
esas bocas habladoras que no me dejan hablar.
El silencio me está comiendo vivo,
el odio se repite tal como estribillos.
Al fin esta canción está terminando
y las ganas de llorar van acabando.
El problema es que quiero llorar,
es que me hice adicto al llanto.
La felicidad ahuyenta malas ocasiones,
el amor tapa mis venas de placer.
El odio desaparece por arte de magia,
el miedo desaparece en palabras.
Odio al que odia sin saber,
odio al q dice odiar sin odiar,
odio el odio pero es
necesario aprender a odiar
Se odia en un primer llanto
por no saber qué hay más allá!
Al ver que no se puede caminar solo!
Al aprender a callar por no saber hablar!
la gota que cae en mi mejilla
refleja la mentira de la distancia!
Se alimenta de amores confusos!
Se hace imparable al alma
en capullos de murmullos,
no habla pero no calla y
a paso lento resulta orgullo. El llanto es ya desilusión
está cerrado a cualquier
verdad del corazón! Escrito por: Ryan Piñeiro y Federico Coria
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